EXCELSIOR
13-Julio-2008
13-Julio-2008
Mercado y Begné disputan lo que queda de Alternativa
Alejandro Sánchez
Ambos pelean, en asamblea, el control del partido que se fue a pique en 16 estados en los dos años más recientes
Al Partido Alternativa hasta en su propio cuadro, a manera de guasa, ya le dicen El Alebrije, pues tiene la cabeza del PRD, por copiarle el cochinero; tiene cola del PRI, por robarle el modelo a los líderes charros para elegir en voto abierto a sus dirigentes; quiso heredar la lengua del PAN a la hora del discurso y, al igual que el PVEM, tiene a sus chicos rubios.
El partido está quebrado porque el Tribunal Electoral determinó que Alternativa hizo trampa en marzo, en una guerra entre dos bandos, al elegir a sus dirigentes, así como en su intento por cambiarle, por segunda vez, el nombre al instituto, lo que dio pie al apodo. Ayer se intentaba reparar los daños.
Cada año el partido de más reciente creación, y que salvó de panzazo su registro en 2006, se hace más pequeño de lo que de por sí es. Primero cortó un pedazo del nombre con el que por primera vez se presentó al IFE y, con ello, el ala campesina dejó de ser parte del proyecto, después de no comprobar el ejercicio honesto de 13 millones de pesos en 2006.
Un partido que agoniza es lo que, aún anoche, se disputaban Patricia Mercado busca recuperar la dirigencia y Alberto Begné se quiere reelegir, quienes, al llegar la mañana de ayer a un hotel de la colonia Juárez para reponer el proceso, se dejaron retratar juntos, como si la herida hubiera sanado.
“No acepto el acuerdo”, fue la respuesta de Begné a Mercado, quien había tendido la mano para conformar una mesa directiva con la encomienda de seguir al pie de la letra la resolución del Tribunal Electoral, órgano que afirmó que en marzo pasado los alternativos hicieron trampa al escoger nuevo dirigente nacional porque un grupo de porros sacó a golpes al bloque opositor, que quedó sin participar en la elección.
Quien gane recibirá un partido mermado en credibilidad, lo que demuestran los datos: se fue a pique en 16 estados en los últimos dos años. Y, a juzgar por las primeras votaciones para darle forma a la sesión, el caballero se imponía a la mujer por 210 votos contra 80.
La disputa se llevó a cabo frente a una vigilancia de seguridad privada que ellos mismos contrataron para no agarrarse a golpes, con los servicios de un notario público y bajo el seguimiento de observadores a modo, como Juan Díaz, a quien lo invitó la dirigencia estatal de Alternativa de Veracruz.
Desde las 11 de la mañana hubo gritos de un lado a otro para opacar al orador, cuando éstos hacían uso de la voz. Por ejemplo, Mercado y sus seguidores querían voto cerrado para elegir la mesa directiva, que tendría en sus manos el control de la asamblea.
Ahí se discutirían, entre otros asuntos, estatutos, nombre del partido y elección del consejo político. De nada sirvió que Mercado tratará de convencer a Begné y a los suyos de la forma de votación.
“Esto es al estilo priista, en que los líderes sindicales recurren al voto abierto para amedrentar a los obreros”, aseguró. Ahí fue donde los alternativos de Veracruz sacaron la broma del mote de Alebrije acerca de su partido, al que le quedará menos de un año para intentar cambiar la imagen negativa.
La Suprema Corte acaba de poner un cuchillo en el corazón de Alternativa, con la decisión de enterrar la figura de la coalición, táctica con la que la chiquillada había sobrevivido a pesar de no llegar, en algunos casos, ni a 2% de los votos, requisito para conservar el registro.
Dentro de la tragedia que experimenta el partido, también está el asunto del dinero. Tiene una deuda millonaria que está pagando a plazos fijos. Así “camina” hacia 2009 el partido que se vendió ante los ciudadanos como una “verdadera opción de izquierda”.
Otra de las perlas de Alternativa ocurrió en la Cámara de Diputados el año pasado, donde también de panzazo se convirtió en grupo parlamentario en la actual legislatura (se requieren cinco), un diputado renunció a sus filas y Mercado negoció con el Partido del Trabajo el préstamo de un legislador para seguir teniendo derecho al cobro de un millón de pesos mensuales.
Esos recursos son independientes a los 140 millones que recibe anualmente, o sea, poco más de 11 millones de pesos, de los cuales alrededor de 40% se canaliza a amortizar una deuda bancaria, a la que recurrieron para pagar una multa ante el Instituto Federal Electoral por el caso de los 13 millones de pesos que ejerció sin transparencia el ala campesina, encabezada por Ignacio Irys, a quien nadie ha vuelto a ver.
Ambos pelean, en asamblea, el control del partido que se fue a pique en 16 estados en los dos años más recientes
Al Partido Alternativa hasta en su propio cuadro, a manera de guasa, ya le dicen El Alebrije, pues tiene la cabeza del PRD, por copiarle el cochinero; tiene cola del PRI, por robarle el modelo a los líderes charros para elegir en voto abierto a sus dirigentes; quiso heredar la lengua del PAN a la hora del discurso y, al igual que el PVEM, tiene a sus chicos rubios.
El partido está quebrado porque el Tribunal Electoral determinó que Alternativa hizo trampa en marzo, en una guerra entre dos bandos, al elegir a sus dirigentes, así como en su intento por cambiarle, por segunda vez, el nombre al instituto, lo que dio pie al apodo. Ayer se intentaba reparar los daños.
Cada año el partido de más reciente creación, y que salvó de panzazo su registro en 2006, se hace más pequeño de lo que de por sí es. Primero cortó un pedazo del nombre con el que por primera vez se presentó al IFE y, con ello, el ala campesina dejó de ser parte del proyecto, después de no comprobar el ejercicio honesto de 13 millones de pesos en 2006.
Un partido que agoniza es lo que, aún anoche, se disputaban Patricia Mercado busca recuperar la dirigencia y Alberto Begné se quiere reelegir, quienes, al llegar la mañana de ayer a un hotel de la colonia Juárez para reponer el proceso, se dejaron retratar juntos, como si la herida hubiera sanado.
“No acepto el acuerdo”, fue la respuesta de Begné a Mercado, quien había tendido la mano para conformar una mesa directiva con la encomienda de seguir al pie de la letra la resolución del Tribunal Electoral, órgano que afirmó que en marzo pasado los alternativos hicieron trampa al escoger nuevo dirigente nacional porque un grupo de porros sacó a golpes al bloque opositor, que quedó sin participar en la elección.
Quien gane recibirá un partido mermado en credibilidad, lo que demuestran los datos: se fue a pique en 16 estados en los últimos dos años. Y, a juzgar por las primeras votaciones para darle forma a la sesión, el caballero se imponía a la mujer por 210 votos contra 80.
La disputa se llevó a cabo frente a una vigilancia de seguridad privada que ellos mismos contrataron para no agarrarse a golpes, con los servicios de un notario público y bajo el seguimiento de observadores a modo, como Juan Díaz, a quien lo invitó la dirigencia estatal de Alternativa de Veracruz.
El partido está quebrado porque el Tribunal Electoral determinó que Alternativa hizo trampa en marzo, en una guerra entre dos bandos, al elegir a sus dirigentes, así como en su intento por cambiarle, por segunda vez, el nombre al instituto, lo que dio pie al apodo. Ayer se intentaba reparar los daños.
Cada año el partido de más reciente creación, y que salvó de panzazo su registro en 2006, se hace más pequeño de lo que de por sí es. Primero cortó un pedazo del nombre con el que por primera vez se presentó al IFE y, con ello, el ala campesina dejó de ser parte del proyecto, después de no comprobar el ejercicio honesto de 13 millones de pesos en 2006.
Un partido que agoniza es lo que, aún anoche, se disputaban Patricia Mercado busca recuperar la dirigencia y Alberto Begné se quiere reelegir, quienes, al llegar la mañana de ayer a un hotel de la colonia Juárez para reponer el proceso, se dejaron retratar juntos, como si la herida hubiera sanado.
“No acepto el acuerdo”, fue la respuesta de Begné a Mercado, quien había tendido la mano para conformar una mesa directiva con la encomienda de seguir al pie de la letra la resolución del Tribunal Electoral, órgano que afirmó que en marzo pasado los alternativos hicieron trampa al escoger nuevo dirigente nacional porque un grupo de porros sacó a golpes al bloque opositor, que quedó sin participar en la elección.
Quien gane recibirá un partido mermado en credibilidad, lo que demuestran los datos: se fue a pique en 16 estados en los últimos dos años. Y, a juzgar por las primeras votaciones para darle forma a la sesión, el caballero se imponía a la mujer por 210 votos contra 80.
La disputa se llevó a cabo frente a una vigilancia de seguridad privada que ellos mismos contrataron para no agarrarse a golpes, con los servicios de un notario público y bajo el seguimiento de observadores a modo, como Juan Díaz, a quien lo invitó la dirigencia estatal de Alternativa de Veracruz.
Desde las 11 de la mañana hubo gritos de un lado a otro para opacar al orador, cuando éstos hacían uso de la voz. Por ejemplo, Mercado y sus seguidores querían voto cerrado para elegir la mesa directiva, que tendría en sus manos el control de la asamblea.
Ahí se discutirían, entre otros asuntos, estatutos, nombre del partido y elección del consejo político. De nada sirvió que Mercado tratará de convencer a Begné y a los suyos de la forma de votación.
“Esto es al estilo priista, en que los líderes sindicales recurren al voto abierto para amedrentar a los obreros”, aseguró. Ahí fue donde los alternativos de Veracruz sacaron la broma del mote de Alebrije acerca de su partido, al que le quedará menos de un año para intentar cambiar la imagen negativa.
La Suprema Corte acaba de poner un cuchillo en el corazón de Alternativa, con la decisión de enterrar la figura de la coalición, táctica con la que la chiquillada había sobrevivido a pesar de no llegar, en algunos casos, ni a 2% de los votos, requisito para conservar el registro.
Dentro de la tragedia que experimenta el partido, también está el asunto del dinero. Tiene una deuda millonaria que está pagando a plazos fijos. Así “camina” hacia 2009 el partido que se vendió ante los ciudadanos como una “verdadera opción de izquierda”.
Otra de las perlas de Alternativa ocurrió en la Cámara de Diputados el año pasado, donde también de panzazo se convirtió en grupo parlamentario en la actual legislatura (se requieren cinco), un diputado renunció a sus filas y Mercado negoció con el Partido del Trabajo el préstamo de un legislador para seguir teniendo derecho al cobro de un millón de pesos mensuales.
Esos recursos son independientes a los 140 millones que recibe anualmente, o sea, poco más de 11 millones de pesos, de los cuales alrededor de 40% se canaliza a amortizar una deuda bancaria, a la que recurrieron para pagar una multa ante el Instituto Federal Electoral por el caso de los 13 millones de pesos que ejerció sin transparencia el ala campesina, encabezada por Ignacio Irys, a quien nadie ha vuelto a ver.
Ambos pelean, en asamblea, el control del partido que se fue a pique en 16 estados en los dos años más recientes
Al Partido Alternativa hasta en su propio cuadro, a manera de guasa, ya le dicen El Alebrije, pues tiene la cabeza del PRD, por copiarle el cochinero; tiene cola del PRI, por robarle el modelo a los líderes charros para elegir en voto abierto a sus dirigentes; quiso heredar la lengua del PAN a la hora del discurso y, al igual que el PVEM, tiene a sus chicos rubios.
El partido está quebrado porque el Tribunal Electoral determinó que Alternativa hizo trampa en marzo, en una guerra entre dos bandos, al elegir a sus dirigentes, así como en su intento por cambiarle, por segunda vez, el nombre al instituto, lo que dio pie al apodo. Ayer se intentaba reparar los daños.
Cada año el partido de más reciente creación, y que salvó de panzazo su registro en 2006, se hace más pequeño de lo que de por sí es. Primero cortó un pedazo del nombre con el que por primera vez se presentó al IFE y, con ello, el ala campesina dejó de ser parte del proyecto, después de no comprobar el ejercicio honesto de 13 millones de pesos en 2006.
Un partido que agoniza es lo que, aún anoche, se disputaban Patricia Mercado busca recuperar la dirigencia y Alberto Begné se quiere reelegir, quienes, al llegar la mañana de ayer a un hotel de la colonia Juárez para reponer el proceso, se dejaron retratar juntos, como si la herida hubiera sanado.
“No acepto el acuerdo”, fue la respuesta de Begné a Mercado, quien había tendido la mano para conformar una mesa directiva con la encomienda de seguir al pie de la letra la resolución del Tribunal Electoral, órgano que afirmó que en marzo pasado los alternativos hicieron trampa al escoger nuevo dirigente nacional porque un grupo de porros sacó a golpes al bloque opositor, que quedó sin participar en la elección.
Quien gane recibirá un partido mermado en credibilidad, lo que demuestran los datos: se fue a pique en 16 estados en los últimos dos años. Y, a juzgar por las primeras votaciones para darle forma a la sesión, el caballero se imponía a la mujer por 210 votos contra 80.
La disputa se llevó a cabo frente a una vigilancia de seguridad privada que ellos mismos contrataron para no agarrarse a golpes, con los servicios de un notario público y bajo el seguimiento de observadores a modo, como Juan Díaz, a quien lo invitó la dirigencia estatal de Alternativa de Veracruz.
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